¡Ese es mi camino del Ninja!

Es increíble que aun siga escribiendo en este blog. De normal me canso enseguida de estas cosas y las abandono a las 5 o 6 entradas como mucho, pero por alguna extraña razón, sigo dándole a la tecla. De forma totalmente amateur y lamentable, pero oigan, cada uno como puede.


Ayer compré los 18 primeros tomos de Naruto. Ni siquiera se porque lo hice exactamente. El anime en un principio me llegaba al alma, me encantaba. Aunque al final se ha ido conviertiendo en una mierda que dejé de ver, pasandome al manga, ya que ahi no hay relleno ni flashbacks de 15 minutos.

La serie me enseñó dos cosas, a saber:

- Las series largas acaban apestando.
- Si te marcas un objetivo, alcánzalo, con dos cojones.


A lo cual la vida y la experiencia me detallaron un par de cosas, que son:

- Las series largas acaban apestando, pero está la solución de los mangas.
- Si te marcas un objetivo, asegúrate de que merezca la pena y no pierdas el jodido tiempo.

Algunos ya se imaginarán de que (más bien quien) hablo, ya que mi visionado de Naruto fue a la par con algunos hechos algo trascendentales de la vida Bolesca.


Ahora ya podría decirse que soy un iniciado en la temática de "La vida moderna de HuMe". Ya me he acostumbrado a levantarme a las 7, a recorrer el largo camino que hay de mi curro a OscaFriki, a decir "no" a una compra pudiendo hacerla, e intentar aprovechar las pocas horas de ocio que da el resto del día. Aunque esto último creo que aun no lo domino...

En estos momentos mis mayores motivaciones son hacerme un Pj para la partida de Baldur's Gate con un par de colegas y el concierto de KoRn del mes que viene.